miércoles, 7 de octubre de 2009

El Poder del Sonido

Desde hace miles de años, la música y el sonido han formado parte de los rituales y de los procesos de transformación.
Los africanos tocaban sus tambores, un instrumento que también utilizaron los indios al lado de las flautas. En Australia, el pueblo de los aboriginales tenían el didgeridoo, entre otros. Y en Asia, como parte de la medicina oriental, se servían de flautas de caña para curar a la gente, partiendo del principio de que cada nota musical representa una parte del cuerpo.
Todos hemos podido observar cómo la música puede afectar a nuestro estado de ánimo. Hay canciones que nos hacen sentir felices, ó tristes. Otras nos ayudan a relajarnos ó nos ponen nerviosos. Algunas aumentan nuestro nivel de energía e incluso nos provocan cierto punto de agresividad. El sonido continuo de un grifo goteando puede resultar muy irritante mientras el susurro de unas olas acariciando la playa, por la mayoría de la gente es experimentado como tranquilizante. También es un hecho que el latido del corazón humano suele adaptarse al ritmo de la música que se escucha.
La música y el sonido tienen el poder de influenciar tanto en nuestro cuerpo como en nuestro estado mental y emocional. Así que la música y el sonido son unas herramientas poderosas para la transformación, es decir, para inducir los cambios que tanto anhelamos y para ayudarnos a conseguir nuestras metas.